La regidora de Gestión Responsable del Territorio y Medio Ambiente, Alicia Izquierdo, junto con el Director General de Medio Ambiente, Daniel Muñoz, han visitado este mediodía la finca del Paraje Natural del Parpalló Borrell, en el macizo del Mondúver, donde nace el proyecto piloto ‘Ramat de foc’.

Esta iniciativa piloto, puesta en marcha hace unos cuantos meses, pretende reintroducir la ganadería tradicional como herramienta de gestión forestal y prevención de incendios en un espacio de gran valor ambiental, todo a raíz del incendio de Llutxent de 2018. «En la zona del paraje hay un grave riesgo de incendio y por eso se han ejecutado (con medios mecánicos) las fajas de prevención y cortafuegos que marca el Plan Local de Prevención de Incendios», ha comentado Muñoz.

También toda una serie de infraestructura preventiva como depósitos de extinción, mejora de caminos, señalética...El segundo paso ha sido construir un corral “portátil” homologado para estabular los animales durante su aposento en la zona.

‘Ramat de foc’ es una iniciativa del Ayuntamiento de Gandia que ha salido gracias a la subvención de la estrategia REacciona gracias a la financiación del área de Medio Ambiente de la Diputación de València.

«Los beneficios del proyecto son claros. Por un lado ejecutar un programa de mantenimiento mucho más económico y sostenible de las áreas estratégicas de gestión forestal», añadió Muñoz. Otro de los beneficios es fomentar la ganadería extensiva y ofrecer un salario digno a una profesión, la de ganadero, en riesgo de desaparición.

«Gracias a la colaboración de la empresa privada Nofence (Noruega), que suministra los dispositivos electrónicos para probar y evaluar los resultados, está siendo todo mucho más fácil. Podemos controlar a los animales con los chips que llevan incorporados. Es un tipo de monitorización en tiempo real.», concluyó Izquierdo.

Un proyecto muy innovador, en fase experimental, del que ya se han interesado muchos ayuntamientos y las consellerías de Medio Ambiente y Ocupación para hablar de la inserción y mejora del mundo laboral en el sector primario. Ahora hay que analizar los resultados de estos meses y esperar a que las cabras, que hacen trashumancia en Teruel hasta octubre, vuelvan al paraje para concluir si es viable continuar el proyecto. Unas conclusiones que se presentarán más adelante en unas jornadas.